"No hay porvenir sin Marx. Sin la memoria y sin la herencia de Marx: en todo caso de un cierto Marx: de su genio, de al menos uno de sus espíritus. Pues ésta será nuestra hipótesis o más bien nuestra toma de partido: hay más de uno, debe haber más de uno." — Jacques Derrida

"Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal" Karl Marx

8/10/17

El marxismo de André Gorz

André Gorz
Michael Lowy

Este título parece una provocación: ¿no había dicho Gorz en 1980 su Adiós al marxismo? Ésta parece ser la opinión de muchos de sus partidarios o adversarios. En cambio, también está el punto de vista de un observador inteligente, distante pero no carente de simpatía, Alain Touraine, en 1993: “André Gorz es el más verdaderamente marxista de todos los pensadores europeos y también − ¿habría que decir: pero también?− el más imaginativo y el más activamente antidoctrinario. Con él, el marxismo tiene la fuerza liberadora que tenía el propio Marx, cuando criticaba el jacobinismo francés o la derecha hegeliana”1. El filósofo Arno Münster, eminente gorziano, constata tanto su distancia como su vinculación persistente con el marxismo: “a pesar del escepticismo que muestra sobre el concepto central de la sociología marxista, después de la publicación de Adiós al proletariado Gorz continúa razonando y pensando en el marco de la mayor parte de los otros conceptos clave de la teoría marxista, con la perspectiva de operar una síntesis entre la ecología política y una crítica de la economía política expurgada de sus dogmas”2.

Français
En fin, Françoise Gollain, otra gorziana importante, resume así su trayectoria: “Contra la tradición marxista dominante y numerosos escritos del propio Marx, por una parte, y contra una ecología mantenedora del statu quo, por otra, quiso inspirarse en el Marx humanista, antiproductivista y libertario, pensador del advenimiento de una sociedad de la asociación” 3. ¿Cuál es la conclusión?

Sin ninguna duda, el Gorz de los años 1960 o 70 se situaba en el campo del marxismo; un marxismo existencialista, cercano a Sartre, que había proclamado en Cuestiones de método: “el marxismo es el horizonte insuperable de nuestro tiempo”. En 1968-1970, Gorz tiende hacia un izquierdismo tercermundista que, según su biógrafo Willy Gianinazzi, “se prodría aproximar en Francia a las posiciones neotrotskystas de la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR)” de Daniel Bensaïd 4. Durante los años 1970, está también cerca de un gran marxista heterodoxo, Herbert Marcuse, con quien mantendrá un diálogo constante. ¿Pero, con Adiós al proletariado (1980), no cortó de forma definitiva con todas las ideas marxistas? El principal interesado puede darnos la respuesta pertinente a esta pregunta. Esto es lo que dice en una entrevista con Marc Robert, publicado en Ecorev en 2005: “El Adiós no era en absoluto una crítica del comunismo, todo lo contrario. Estaba hablando de los maoístas, de su culto primitivista de un proletariado mítico (…). Es también una crítica acerba de la social-democratización del capitalismo a la que se reducía el marxismo vulgar, y de la glorificación del trabajo asalariado” 5.

Ciertamente, al rechazar la centralidad de la lucha de clases, y el papel emancipador del proletariado, Gorz se alejaba de dos tesis fundamentales del marxismo −y no sólo en su forma maoísta o social-demócrata-. En el libro de 1980, intentó sustituir a la clase obrera por la “no-clase de los no-trabajadores”. Era una hipótesis muy arriesgada, que parece abandonar después, sin por ello volver al proletariado. Llega a decir incluso, en una entrevista con interlocutores brasileños en 2005, que “trabajo y capital son en lo fundamental cómplices por su antagonismo, en la medida en que ‘ganar dinero’ es su objetivo determinante”. Parece reducir aquí el punto de vista de los trabajadores al sindicalismo corporativista más limitado6. Sin embargo, en 1983, en Los Caminos del Paraíso, había desarrollado una visión mucho más matizada de este antagonismo:
Por el hecho de reducir todo a categorías económicas, el capitalismo es un antihumanismo (…) Las reivindicaciones obreras más fundamentales y más radicales han sido combates contra la lógica económica, contra la concepción utilitaria, mercantilista, cuantitativista del trabajo y de la riqueza” 7. Curiosamente, en el mismo texto de 2005 se encuentra la idea, que me parece esencial, de la convergencia entre quienes tienen y quienes no tienen un trabajo: la estrategia de dominación del capital, escribe, consiste en “impedir que trabajadores y parados se unan para exigir otro reparto del trabajo y de la riqueza socialmente producida” 8.
En todo caso, resulta evidente que la apropiación que hace Gorz del marxismo es selectiva. Si se puede hablar de un marxismo de Gorz −o si se prefiere, de una adhesión al pensamiento de Marx y de algunos marxistas heterodoxos, de Marcuse y Jean-Marie Vincent a Robert Kurz−, es sobre todo por dos cuestiones −esenciales, eso sí− que están en el centro de su compromiso ecológico, o retomando el término utilizado por Françoise Gollain, ecosocialista: el anticapitalismo, y la alternativa comunista como civilización del tiempo libre. Intentemos analizar estos dos momentos, refiriéndonos principalmente al libro Ecologica, que reúne textos de diferentes períodos y constituye una especie de testamento político-teórico de André Gorz.
El anticapitalismo
Como observa con toda razón Willy Gianinazzi, la crítica marxiana del capital “es irremplazable para Gorz: no dejará de apoyarse en ella” 9. Esta crítica gorziana del modo de producción capitalista, lejos de suavizarse, parece radicalizarse cada vez más a partir de 1980, sobre todo en relación con su reflexión sobre la ecología. Por ejemplo, en la entrevista con Marc Robert antes citada, señala: “Para que la ecología tenga toda su carga crítica y ética debe comprender que las devastaciones de la Tierra, la destrucción de las bases naturales de la vida, son las consecuencias de un modo de producción, y que este modo de producción exige la maximización de los rendimientos y el recurso a técnicas que violan los equilibrios biológicos”. Y a la inversa: la ecología política, con su teoría crítica de las necesidades, “conduce a su vez a profundizar y a radicalizar aún más la crítica del capitalismo” 10.
En su análisis crítico de los desgastes ecológicos del capitalismo, se refiere directamente a algunos pasajes del Capital. Por ejemplo, en la entrevista con los brasileños de Unisinos (2005), afirma:
Desde el punto de vista ecológico, la aceleración de la rotación del capital lleva a excluir todo lo que hace disminuir en lo inmediato la ganancia. La continua expansión de la producción industrial supone por un tanto un expolio acelerado de los recursos naturales. La necesidad de expansión ilimitada del capital le lleva a intentar abolir la naturaleza y los recursos naturales para sustituirlos por productos fabricados, vendidos con ganancia (…) Lo que Marx escribía hace ya ciento cuarenta años en el primer libro del Capital tiene una asombrosa actualidad”. Sigue el célebre pasaje del Capital donde Marx constata que “cada progreso de la agricultura capitalista es un progreso no sólo en el arte de explotar al trabajador, sino también en el arte de expoliar el suelo; cada progreso en el arte de aumentar su fertilidad por un tiempo es un progreso en la ruina de sus recursos duraderos de fertilidad” 11.
Curiosamente, se encuentran pocas críticas de Marx a los límites de la reflexión ecológica de Marx. No hace suyos los ataques de muchos ecologistas (Alain Lipietz, entre otros) contra el supuesto “prometeismo” de Marx. El debate, que ha ocupado mucho a los eco-marxistas americanos, desde los años 1980 hasta hoy, sobre los avances y las contradicciones de Marx y Engels sobre la cuestión de la relación con la naturaleza, no parecen interesarle. Aparentemente, no conoce los trabajos de James O’Connor y de Joel Kovel, redactores de la revista Capitalism, Nature and Sozialism, o, en los años 2000, de John Bellamy Foster y Paul Burkett, de la Monthly Review.

La crítica del capitalismo y la urgencia de salir de este sistema destructivo cobran una nueva dimensión con el cambio climático. En uno de sus últimos escritos, destinado también a Ecorev, “La salida del capitalismo ya ha comenzado” (2007), Gorz insiste:“La cuestión de la salida del capitalismo nunca ha sido más actual. Se plantea en unos té rminos y con una urgencia de una nueva radicalidad”.

Rechazando las ilusiones de la ecología social-liberal en un capitalismo verde, se alinea con una versión resueltamente anticapitalista del decrecimiento y plantea la necesidad, a la luz de la crisis climática, de un cambio civilizatorio radical: “Es imposible evitar una catástrofe climática sin romper radicalmente con los métodos y la lógica económica que se vienen llevando desde hace ciento cincuenta años. (…) El decrecimiento es un imperativo de supervivencia. Pero supone otra economía, otro estilo de vida, otra civilización, otras relaciones sociales12.

Pero hay otro aspecto del análisis gorziano en el que se acerca a algunos escritos de Marx: el optimismo tecnológico. Por ejemplo, en el Capital I, Marx afirma: “La socialización del trabajo y la centralización de sus competencias materiales llegan a un punto donde no pueden mantenerse ya en su envoltorio capitalista. Este envoltorio estalla en pedazos. Le ha llegado el momento a la propiedad capitalista (…) La producción capitalista engendra en sí misma su propia negación, con la fatalidad que preside las metamorfosis de la naturaleza” 13. Personalmente, como “eco-marxista”, cuestiono este tipo de razonamiento… No sólo porque las “fatalidades” no existen en la historia social, sino también porque el capitalismo no es sólo un “envoltorio”: determina la naturaleza misma de la producción y de las fuerzas productivas.

Ahora bien, Gorz retoma el argumento de Marx, bajo una forma modificada, a la luz de los cambios tecnológicos contemporáneos (la informática, internet, etc.). Parece convencido de que, gracias al software libre, “la propiedad privada de los medios de producción y por tanto el monopolio de la oferta se vuelven progresivamente imposibles. (…) Se trata de una ruptura que mina al capitalismo por su base”; o incluso que “el propio capitalismo, sin quererlo, trabaja en su propia extinción, desarrollando las herramientas de una especie de artesanado high tech” 14. En resumen, como constata Willy Gianinazzi, el software libre ha alimentado “las esperanzas más utópicas, incluso infundadas, de Gorz”15. Françoise Gollain se distancia también de este optimismo tecnológico, constatando con agudeza su afinidad con algunos análisis de Marx: “El aserto de que el propio capitalismo, sin quererlo, trabaja en su propia extinción (…) lleva la marca innegable de la concepción marxiana del papel revolucionario de la evolución de la estructura de la producción” 16.

Por suerte, Gorz escapa a la trampa de este fatalismo optimista, es decir la creencia en una autodestrucciónn del capitalismo −creencia compartida, en gran medida, por Robert Kurz y los teóricos de la crítica del valor− gracias a su humanismo marxista sartriano, alérgico a los determinismos y sediento de libertad. Por ejemplo, en Metamorfosis del trabajo (1988) renuncia claramente a todo automatismo de este género: “No seremos liberados por un determinismo materal y a nuestras espaldas. El potencial de liberación que un proceso contiene sólo se actualiza si los hombres se apoderan de él para hacerse libres” 17.

La otra corrección aportada por Gorz, como observa F.Gollain, es la toma de conciencia de la ambivalencia estructural de las nuevas tecnologías, como la microelectrónica, que puede servir tanto para la hipercentralización como para la autogestión18. Sin sumarse a la tecnofobia de algunos ecologistas, Gorz piensa que “el socialismo no vale mucho más que el capitalismo si no cambia de herramientas”. En la entrevista con Marc Robert retoma esa formulación ya presente en Ecología y Política (edición de 1978), y la explica así (refiriéndose una vez más a los Grundrisse): si la clase obrera se apoderase de los medios de producción del capitalismo sin cambiarlos radicalmente, “acabaría por reproducir (como se hizo en los países sovietizados) el mismo sistema de dominación” −y podría añadirse: el mismo sistema de destrucción del medio ambiente19.
El comunismo, civilización del tiempo libre
Gorz no sólo debe a Marx su crítica del capitalismo, sino también su concepción de este otro modo de producción, de esta otra civilización que propugna: el socialismo. Esto es lo que escribe en Adiós al proletariado, su libro aparentemente más alejado del marxismo: “Sólo el socialismo −es decir: sólo una manera de producir desligada del imperativo de la ganancia máxima, gestionada en interés de todos y por todos los que concurren− sólo el socialismo puede permitirse el lujo de buscar la mayor satisfacción al menos coste posible. Sólo él puede romper con la lógica de la máxima ganancia, del máximo derroche, de la máxima producción y el máximo consumo, y sustituirlos por el buen sentido económico: el máximo de satisfacción con el mínimo de gasto (…). La utilización del término socialismo es además impropia. Habría que hablar mejor de comunismo”. Y continúa algunas líneas más adelante: “La misma idea (…) de que la búsqueda de ‘más’ y ‘mejor’ pueda ceder ante la búsqueda de valores extraeconómicos y no mercantiles, esta idea es extraña a la sociedad capitalista. Es, en cambio, esencial al comunismo” 20.

Lo que significa, traducido en términos ecológicos: sólo el socialismo/comunismo puede superar el productivismo y el consumismo que llevan a la destrucción del medio natural. Bien entendido que el comunismo del que habla Gorz no es el de los países del pretendido “socialismo real”, sino una especie de eco-comunismo de un tipo nuevo.

El significado humano y ecológico del comunismo es una civilización del tiempo libre. Se refiere aquí a un célebre texto de Marx, en el volumen III del Capital:
El reino de la libertad comienza allí donde acaba el trabajo determinado por la necesidad y los fines exteriores: por la naturaleza misma de las cosas, está fuera de la esfera de la producción material (…). La libertad en este ámbito sólo puede consistir en esto: el ser humano socializado (vergesellschafte Mensch), los productores asociados, regulan racionalmente este metabolismo (Stoffwechsel) con la naturaleza, sometiéndolo a su control colectivo, en lugar de ser dominados por él como si fuera un poder ciego; lo hacen con los esfuerzos más reducidos posibles, en las condiciones más dignas de su naturaleza humana y las más adecuadas a esta naturaleza. Más allá de este reino comienza el desarrollo de las potencias del ser humano, que es en sí mismo su propio fin, que es el verdadero reino de la libertad, pero que sólo puede prosperar apoyándose en este reino de la necesidad. La reducción de la jornada de trabajo es la condición fundamental” 21.
Gorz traduce este enfoque en términos ecológicos, en varios de estos escritos; por ejemplo, en un artículo de 1992 en la revista Actuel Marx:
 “El sentido fundamental de una política eco-social (…) es restablecer políticamente la correlación entre menos trabajo y menos consumo, por una parte, y más autonomía y más seguridad existenciales, por otra, para cada cual. Se trata, dicho de otra manera, de garantizar institucionalmente a los individuos que una reducción general de la duración de trabajo abrirá a todos (…) una vida más libre, más tranquila y más rica” 22.
Se suele referir también a un pasaje de los Grundrisse, donde Marx proclama: “El libre desarrollo de las individualidades y (…) la reducción a un mínimo del trabajo necesario de la sociedad (se vuelven el objetivo de la producción), a lo que corresponde entonces el desarrollo artístico, científico, etc., de los individuos (…). La medida de la riqueza ya no es entonces la duración del trabajo, sino el tiempo libre” 23. Comentando este pasaje y otros semejantes de los Grundrisse, Gorz escribe en un texto de 2001: “Considerar el desarrollo de las facultades humanas como creación de riqueza supone ya abandonar una concepción mercantil-utilitaria-economista de la riqueza. Tomar el desarrollo humano como un fin en sí mismo, que vale por sí, independientemente de su utilidad económica inmediata” 24.

Esta ruptura con la concepción capitalista de la riqueza es, para Gorz, un paso esencial hacia una nueva civilización ecológica, más allá del productivismo y del consumismo. En un ensayo significativamente titulado “Construir la civilización del tiempo liberado” (1993) aboga por “una sociedad donde la riqueza se medirá por el tiempo liberado de trabajo, por el tiempo disponible para las actividades que llevan su sentido y su fin en sí mismas y se confunden con la realización de la vida” 25. Este argumento está inspirado directamente por los escritos de Marx aunque, también ahí, Gorz le da una dimensión nueva, socio-ecológica, que no está necesariamente presente en el autor de los Grundrisse.

En la antes señalada cita del Capital III, Marx hace referencia a los “productores asociados, regulan racionalmente este metabolismo con la naturaleza, sometiéndolo a su control colectivo”, donde se sugiere la idea de la planificación socialista de la esfera del trabajo necesario. El concepto de planificación no suele estar presente en los escritos de Gorz, que parece identificarla con la planificación centralizada burocrática de la Unión Soviética estaliniana; pero aparece, formulada en términos explícitamente marxianos, en Adiós al proletariado; es además un pasaje repetido en Ecologica:
La esfera de la necesidad, y por tanto del tiempo de trabajo socialmente necesario, sólo puede ser reducido al mínimo por medio de una coordinación y una regulación tan eficaces como sean posibles de los flujos y de los stocks: es decir, por una planificación multiplicada (articolata) (…). La única función de un Estado comunista es gestionar la esfera de la necesidad (que es también la de las necesidades socializadas) de tal manera que no deje de encogerse y de volver disponibles espacios crecientes de autonomía” 26.
Para concluir: ¿era Gorz marxista? Si se considera que existen, según la hermosa formulación de André Tosel, “mil marxismos”, ¿no se podría pensar en un “marxismo gorziano”? Yo no lo creo. Para comenzar, el propio Gorz no se reconocería en tal definición, después de 1980. Me parece más justo y apropiado hablar de una presencia del marxismo en su pensamiento. Un pensamiento que se podría caracterizar como un socialismo ecológico −o, según los gorzianos Amo Münster y G. Gollain, un ecosocialismo− que se inspira en Marx y en algunos marxistas heterodoxos en su crítica de la sociedad (capitalista) existente, y en su formulación de un proyecto de sociedad (socialista) alternativa. Como lo sugiere el título de este artículo, hay marxismo en Gorz, y su obra, una de las más importantes en la ecología crítica del siglo 20, no es comprensible sin esta dimensión.
Notas
Michael Löwy
1. Citado por Willy Gianinazzi, André Gorz, une vie, París, La Decouverte, 2017, p. 250.
2. Arno Münster, André Gorz ou le socialisme difficile, París, Lignes, 2008, pp. 44-45.
3. Françoise Gollain, André Gorz, pour une pensée de l’écosocialisme, Le passager clandestin, serie "Les précurseurs de la décroissance", 2014, p. 10.
4. W.Gianinazzi, op.cit. p. 129.
5. André Gorz, Ecologica, Paris, Galilée, 2008, p.18;
6. En Ecologica, p. 133.
7. A.Gorz, Les Chemins du paradis. L’agonie du capital, París, Galilée, 1983, p. 101.
8. En Ecologica, p. 143.
9. W.Gianinazzi, André Gorz, p. 216.
10. Ecologica, p. 15.
11. Ecologica, pp. 137-139. Dicho sea de paso, este texto es importante como denuncia, por parte de Marx, del progreso capitalista como "progreso destructivo".
12. Ecologica, p. 29.
13. Marx, Le Capital, trad. Joseph Roy, París, Editions Sociales, 1969, tomo I, pp. 566-567.
14. Ecologica, pp. 39, 116.
15. W.Gianinazzi, André Gorz, p. 319.
16. F.Gollain, André Gorz, pp. 51-52.
17. A.Gorz, Métamorphoses du travail, quête de sens. Critique de la raison économique, París, Galilée, 1988, pp. 225-226.
18. F.Gollain, André Gorz, p. 49.
19. A.Gorz, Ecologica, p. 17. Resulta sorprendente que en esta entrevista con Marc Robert, que es sin duda uno de los textos más importantes del último Gorz, la clase obrera reaparece como sujeto de la transformación social...
20. Ecologica, pp.98-100.
21. Citado de Karl Marx, Morceaux Choisis, trad. Henri Lefebvre y Norbert Gutermann, París, Gallimard, 1934, pp. 234-235. Traducción ligeramente corregida por nosotros, ver Marx, Engels, Werke, vol. 25, Berlín, Dietz Verlag, 1968, p.828.
22. Ecologica, pp. 66-67.
23. Marx, Grundrisse des Kritik der politischen ökonomie, Berlín, Dietz Verlag, 1953, p.596. Traducción en francés por el propio Gorz, cf. W.Gianinazzi, André Gorz, pp. 104-105.
24. A.Gorz, "Richesse, travail et revenu garanti", 2001, citado por W.Gianinazzi, Op.cit. p.305;
25. A.Gorz, "Bâtir la civilisation du temps liberé" (1993), citado por W.Gianinazzi, Op.cit. p.299.
26. Ecologica, pp. 104-105.

Título original: "Le marxisme d'André Gorz"
https://blogs.mediapart.fr/
http://www.vientosur.info/



◆ El que busca, encuentra...

Todo lo sólido se desvanece en el aire; todo lo sagrado es profano, y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocasKarl Marx

Not@s sobre Marx, marxismo, socialismo y la Revolución 2.0

— Notas notables
Cecilia Feijoo: Apuntes sobre el Concepto de Revolución Burguesa en Karl Marx — Red Diario Digital
Moishe Postone: Il compito della teoria critica oggi: Ripensare la critica del capitalismo e dei suoi futuri — Blackblog Franco Senia
Pierre-Yves Quiviger: Marx ou l'élimination des inégalités par la révolution — Le Point
Hernán Ouviña: Indigenizar el marxismo — La Tinta
Emmanuel Laurentin: Les historiens américains et Karl Marx — France Culture
Adèle Van Reeth: Le Capital de Karl Marx: La fabrique de la plus-value — France Culture
Manuel Martínez Llaneza: Reproches a Marx acerca de El Capital (Bajo la égida de Friedrich Engels) — Rebelión
Victoria Herrera: Marx y la historia — Buzos
Alejandro F. Gutiérrez Carmona: La vigencia del pensamiento marxista — Alianza Tex
Víctor Arrogante: El Capital y las aspiraciones de la clase trabajadora — Nueva Tribuna
Mauricio Mejía: Karl Marx, el poeta de la mercancía — El Financiero
Emmanuel Laurentin: Karl Marx à Paris: 1843-1845 — France Culture
Jacinto Valdés-Dapena Vivanco: La teoría marxista del Che Guevara — Bohemia
Aldo Casas: El marxismo como herramienta para la lucha — La necesidad de la formación en la militancia — La Tinta
Evald Vasiliévich Iliénkov: La dialéctica de lo abstracto y lo concreto en El Capital de Marx — Templando el Acero
Vincent Présumey: Suivi des écrits de Karl Marx / 1837-1848 - Part I, Part II, Part III & Part IV — Mediapart
Roman Rosdolky: Marx ésotérique et Marx exotérique — Palim Psao
Lepotier: Marx, Marxisme, Cui bono? — Bella Ciao
Andrea Vitale: La critica di Pareto a Marx: una abborracciatura — Operai e Teoria
Annelie Buntenbach: Marx provides us with a glimpse behind the scenes of capitalism — Marx 200
Antoni Puig Solé: La Ley del Valor y la ecología en Marx — Lo que somos
Vladimiro Giacché: Note sui significati di "Libertà" nei Lineamenti di Filosofia del Diritto di Hegel — Il Comunista
Salvador López Arnal: Manuel Sacristán (1925-1985) como renovador de las tradiciones emancipatorias — Rebelión
Paúl Ravelo Cabrera: Marx, Derrida, el Gesto Político y la supercapitalización mundial — Scribb
Dino Greco: In difesa del marxismo — Sollevazione
Alberto Quiñónez: Arte, praxis y materialismo histórico — Rebelión
Josefina L. Martínez: Feminismo & Socialismo marxista - Eleanor Marx, la cuestión de la mujer y el socialismo — Rebelión
John Bellamy Foster: Marx y la fractura en el metabolismo universal de la naturaleza — Scribb
José Manuel Bermudo Ávila: Concepto de Praxis en el joven Marx — Scribb
Carlos Oliva Mendoza: Adolfo Sánchez Vázquez: ¿marxismo radical o crítica romántica? — InfoLibre
Bernardo Coronel: ¿El marxismo es una ciencia? — La Haine
Sylvain Rakotoarison: Le capitalisme selon Karl Marx — Agora Vox

— Notas y comentarios sobre El Capital
António Ferraz: Os 150 anos do livro ‘O Capital’, de Karl Marx — Correio do Minho
Horacio Tarcus: Traductores y editores de la “Biblia del Proletariado” - Parte I & Parte II — Memoria
Emmanuel Laurentin: Le Capital, toujours utile pour penser la question économique et sociale? — France Culture
J.M. González Lara: 150 años de El Capital — Vanguardia
Roberto Giardina: Il Capitale di Marx ha 150 anni — Italia Oggi
Alejandro Cifuentes: El Capital de Marx en el siglo XXI — Voz
Marcela Gutiérrez Bobadilla: El Capital, de Karl Marx, celebra 150 años de su edición en Londres — Notimex
Mario Robles Roberto Escorcia Romo: Algunas reflexiones sobre la vigencia e importancia del Tomo I de El Capital — Memoria
Antoni Puig Solé: El Capital de Marx celebra su 150° aniversario — Lo que Somos
Jorge Vilches: El Capital: el libro de nunca acabar — La Razón
Carla de Mello: A 150 años de El Capital, la monumental obra de Karl Marx — Juventud Socialista del Uruguay
Rodolfo Bueno: El Capital cumple 150 años — Rebelión
Diego Guerrero: El Capital de Marx y el capitalismo actual: 150 años más cerca — Público
José Sarrión Andaluz & Salvador López Arnal: Primera edición de El Capital de Karl Marx, la obra de una vida — Rebelión
Sebastián Zarricueta: El Capital de Karl Marx: 150 años — 80°
Marcello Musto: La durezza del 'Capitale' — Il Manifesto
Esteban Mercatante: El valor de El Capital de Karl Marx en el siglo XXI — Izquierda Diario
Michael Roberts: La desigualdad a 150 años de El Capital de Karl Marx — Izquierda Diario
Ricardo Bada: El Capital en sus 150 años — Nexos
Christoph Driessen: ¿Tenía Marx razón? Se cumplen 150 años de edición de El Capital — El Mundo
Juan Losa: La profecía de Marx cumple 150 años — Público
John Saldarriaga: El Capital, 150 años en el estante — El Colombiano
Katia Schaer: Il y a 150 ans, Karl Marx publiait ‘Le Capital’, écrit majeur du 20e siècle — RTS Culture
Manuel Bello Hernández: El Capital de Karl Marx, cumple 150 años de su primera edición — NotiMex
Ismaël Dupont: Marx et Engels: les vies extravagantes et chagrines des deux théoriciens du communisme! — Le Chiffon Rouge
Jérôme Skalski: Lire Le Capital, un appel au possible du XXIe siècle - L’Humanité
Sebastiano Isaia: Il Capitale secondo Vilfredo Pareto — Nostromo

— Notas y reportajes de actualidad
Román Casado: Marx, Engels, Beatles, ese es el ritmo de Vltava — Radio Praga
María Gómez De Montis: El Manifiesto Comunista nació en la Grand Place — Erasmus en Flandes
Enrique Semo: 1991: ¿Por qué se derrumbó la URSS? — Memoria
Michel Husson: Marx, un économiste du XIXe siècle? A propos de la biographie de Jonathan Sperber — A L’Encontre
César Rendueles: Todos los Marx que hay en Marx — El País
Alice Pairo: Karl Marx, Dubaï et House of cards: la Session de rattrapage — France Culture
Sebastián Raza: Marxismo cultural: una teoría conspirativa de la derecha — La República
Samuel Jaramillo: De nuevo Marx, pero un Marx Nuevo — Universidad Externado de Colombia
Sergio Abraham Méndez Moissen: Karl Marx: El capítulo XXIV de El Capital y el “descubrimiento” de América — La Izquierda Diario
Joseph Daher: El marxismo, la primavera árabe y el fundamentalismo islámico — Viento Sur
Francisco Jaime: Marxismo: ¿salvación a través de la revolución? — El Siglo de Torreón
Michel Husson: Marx, Piketty et Aghion sur la productivité — A l’encontre
Guido Fernández Parmo: El día que Marx vio The Matrix — Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires
Cest: Karl Marx y sus "Cuadernos de París" toman vida con ilustraciones de Maguma — El Periódico
Leopoldo Moscoso: 'Das Kapital': reloading... — Público
Laura "Xiwe" Santillan: La lucha mapuche, la autodeterminación y el marxismo — La Izquierda Diario
José de María Romero Barea: Hölderlin ha leído a Marx y no lo olvida — Revista de Letras
Ismaël Dupont: Marx et Engels: les vies extravagantes et chagrines des deux théoriciens du communisme! — Le Chiffon Rouge Morlai
Francisco Cabrillo: Cómo Marx cambió el curso de la historia — Expansión
El “Dragón Rojo”, en Manchester: Cierran el histórico pub donde Marx y Engels charlaban "entre copa y copa" — BigNews Tonight
Marc Sala: El capitalismo se come al bar donde Marx y Engels debatían sobre comunismo — El Español

— Notas sobre debates, entrevistas y eventos
Fabrizio Mejía Madrid: Conmemoran aniversario de la muerte de Lenin en Rusia — Proceso
Segundo Congreso Mundial sobre Marxismo tendrá lugar en Beijing — Xinhua
Debate entre Andrew Kliman & Fred Moseley — Tiempos Críticos
David McNally & Sue Ferguson: “Social Reproduction Beyond Intersectionality: An Interview” — Marxismo Crítico
Gustavo Hernández Sánchez: “Edward Palmer Thompson es un autor que sí supo dar un giro copernicano a los estudios marxistas” — Rebelión
Alberto Maldonado: Michael Heinrich en Bogotá: El Capital de Marx es el misil más terrible lanzado contra la burguesía — Palabras al Margen
Leonardo Cazes: En memoria de Itsván Mészáros — Rebelión (Publicada en O Globo)
Entrevista con István Mészáros realizada por la revista persa Naghd’ (Kritik), el 02-06-1998: “Para ir Más allá del Capital” — Marxismo Crítico
Rosa Nassif: “El Che no fue solo un hombre de acción sino un gran teórico marxista” Agencia de Informaciones Mercosur AIM
Entrevista a Juan Geymonat: Por un marxismo sin citas a Marx — Hemisferio Izquierdo
Juliana Gonçalves: "El Capital no es una biblia ni un libro de recetas", dice José Paulo Netto [Português ] — Brasil de Fato
Entrevista a Michael Heinrich: El Capital: una obra colosal “para desenmascarar un sistema completo de falsas percepciones” — Viento Sur
Alejandro Katz & Mariano Schuster: Marx ha vuelto: 150 años de El Capital. Entrevista a Horacio Tarcus — La Vanguardia
Salvador López Arnal: Entrevista a Gustavo Hernández Sánchez sobre "La tradición marxista y la encrucijada postmoderna" — Rebelión
Jorge L. Acanda: "Hace falta una lectura de Marx que hunda raíces en las fuentes originarias del pensamiento de Marx" — La Linea de Fuego

— Notas sobre Lenin y la Revolución de Octubre
Guillermo Almeyra: Qué fue la Revolución Rusa — La Jornada
Jorge Figueroa: Dos revoluciones que cambiaron el mundo y el arte — La Gaceta
Gilberto López y Rivas: La revolución socialista de 1917 y la cuestión nacional y colonial — La Jornada
Aldo Agosti: Repensar la Revolución Rusa — Memoria
Toni Negri: Lenin: Dalla teoria alla pratica — Euronomade
Entretien avec Tariq Ali: L’héritage de Vladimir Lénine — Contretemps
Andrea Catone: La Rivoluzione d’Ottobre e il Movimento Socialista Mondiale in una prospettiva storica — Marx XXI
Michael Löwy: De la Revolución de Octubre al Ecocomunismo del Siglo XXI — Herramienta
Serge Halimi: Il secolo di Lenin — Rifondazione Comunista
Víctor Arrogante: La Gran Revolución de octubre — El Plural
Luis Bilbao: El mundo a un siglo de la Revolución de Octubre — Rebelión
Samir Amin: La Revolución de Octubre cien años después — El Viejo Topo
Luis Fernando Valdés-López: Revolución rusa, 100 años después — Portaluz
Ester Kandel: El centenario de la Revolución de octubre — Kaos en la Red
Daniel Gaido: Come fare la rivoluzione senza prendere il potere...a luglio — PalermoGrad
Eugenio del Río: Repensando la experiencia soviética — Ctxt
Pablo Stancanelli: Presentación el Atlas de la Revolución rusa - Pan, paz, tierra... libertad — Le Monde Diplomatique
Gabriel Quirici: La Revolución Rusa desafió a la izquierda, al marxismo y al capitalismo [Audio] — Del Sol

— Notas sobre la película “El joven Karl Marx”, del cineasta haitiano Raoul Peck
Eduardo Mackenzie:"Le jeune Karl Marx ", le film le plus récent du réalisateur Raoul Peck vient de sortir en France — Dreuz
Minou Petrovski: Pourquoi Raoul Peck, cinéaste haïtien, s’intéresse-t-il à la jeunesse de Karl Marx en 2017? — HuffPost
Antônio Lima Jûnior: [Resenha] O jovem Karl Marx – Raoul Peck (2017) — Fundaçâo Dinarco Reis
La película "El joven Karl Marx" llegará a los cines en el 2017 — Amistad Hispano-Soviética
Boris Lefebvre: "Le jeune Karl Marx": de la rencontre avec Engels au Manifeste — Révolution Pernamente

— Notas sobre el maestro István Mészáros, recientemente fallecido
Matteo Bifone: Oltre Il Capitale. Verso una teoria della transizione, a cura di R. Mapelli — Materialismo Storico
Gabriel Vargas Lozano, Hillel Ticktin: István Mészáros: pensar la alienación y la crisis del capitalismo — SinPermiso
Carmen Bohórquez: István Mészáros, ahora y siempre — Red 58
István Mészáros: Reflexiones sobre la Nueva Internacional — Rebelión
Ricardo Antunes: Sobre "Más allá del capital", de István Mészáros — Herramienta
Francisco Farina: Hasta la Victoria: István Mészáros — Marcha
István Mészáros in memoriam : Capitalism and Ecological Destruction — Climate & Capitalism.us